17 marzo 2006

Sinsabores y alegrías

Tengo la extraña sensación de que la historia se me vuelve a repetir en las narices. En enero del año pasado me lancé a la aventura de ser autónomo. Una de las razones fue que estaba quemado del trabajo.

Llevaba un tiempo organizando, desarrollando e implantando el sistema informático, la calidad, la gestión de la prevención, la administración y el sistema de gestión integrado de la empresa. En cierta medida me comía todos los marrones y eso me encantaba; aprendía y me divertía mucho. Sin embargo eso a la larga me iba a perjudicar. Mientras yo curraba (en muchas ocasiones durante la noche, en mi casa) otros se podían dedicar al sano ejercicio del peloteo. Los cambios siempre generan enemigos y en cierta medida yo me pasé por el forro la diplomacia; había muchas cosas que hacer y poco tiempo para estar dándoles vueltas. Eso unido a la falta de criterio puede ser mortal. Al final terminé con fama de problemático ante el jefe.

Llegaron las nubes de ego y con ellas los "profesionales" con currículum vítae fantasmas y nóminas escandalosas. Nunca me había preocupado mucho por el dinero, pero ver como estos "señores" se apropiaban del fruto de tanto esfuerzo y responsabilidad me jodía demasiado. ¡Me largué!

Esta gente chupó del bote otros seis meses. Como trabajaban de forma tan confidencial, ni el jefe se enteró realmente de lo que habían estado haciendo. Por supuesto no dejaron a la empresa nada aparte de mucho malestar y una subida generalizada de sueldos. No hubo mas remedio que compensar la desmotivación y los agravios comparativos a fuerza de incentivos económicos. La remuneración emocional estaba en negativo y todavía sigue apestando a muerta.

Después de un año la empresa sigue igual. Bueno, realmente, ha bajado en la gestión de algunas áreas, pero puede sobrevivir con esas lagunas. Por suerte para ellos tienen una organización decente basada en una buena herramienta de gestión. Les llevo el mantenimiento de la misma y del resto del sistema informático. No me lleva mas de una hora mensual. Fui muy cuidadoso a la hora de montarlo todo y ellos están en una fase de decrecimiento, no necesito arreglar nada ni instalar nueva infraestructura (¡cruzo los dedos para que siga así!).

El único problema es que de vez en cuando se les enciende la bombilla y se les antoja algunas cosillas. Yo sigo el consejo que me dio mi ex-jefe al largarme: "Tú es que eres muy exigente y aquí se lleva otro ritmo distinto...". Ya he asimilado eso, ahora soy capaz de seguir, con ellos, su ritmo sin problemas. Dejo pasar algunos meses y al final les oriento sobre las posibilidades infinitas de las hojas de cálculo...

No es mala fe, simplemente es falta de tiempo y algo de justicia. Este capullo ya no se come más sus marrones.


Después de un año en otra empresa, la historia se vuelve a repetir parcialmente. No soy el problemático, pero no he sabido rentabilizar todo lo que he hecho. Sigo sin saber venderme, de lo que por otra parte me arrepiento muy poco; ya que eso me hace algo pobre pero también mas libre.

He organizado procesos, he implantado los sistema informáticos, he rediseñado su sistema de calidad de forma integrada y he desarrollado e implantado su sistema de gestión integrado. Mucho trabajo y responsabilidad, pero casi no me he enterado de lo que me he divertido haciéndolo. Ahora la empresa ya tiene una organización y una herramienta de gestión madura, es el momento de... que llegue el trepa a recoger los resultados. Supongo que si hubiese llegado hace 6 meses no habría durado 4 semanas, pero ahora las cosas están estables y relativamente maduras para aguantar que un trepa canalice las relaciones entre la dirección y los departamentos. Ya no hay personas que motivar, procesos que organizar, ni marrones que arreglar (y esto es también mérito de otras personas que ya no están en la empresa y de alguna que sigue estándolo, no solo mío), ya solo queda confidencializar la información y chupar del bote mientras se pueda. ¡Que se lo quede! Pero en serio y sin rencores.

¡Ya está aquí con su corbata y su sueldo espantoso! La historia se repite, pero como dije, solo parcialmente. He terminado mi trabajo y estoy muy satisfecho de lo que he echo. No me da envidia su sueldo, pero eso no quiere decir que me guste estar aguantando esa situación. Estoy haciendo las maletas. Esta vez todo es mas fácil, y esa es una de las ventajas de ser autónomo.

Esta vez mi maleta se va un poco mas llena. Durante todo este tiempo tan solo le he cobrado a la empresa el tiempo de consultoría de procesos y de calidad, así como la implantación del sistema informático y la formación que he ido dando. De todas las horas de desarrollo del sistema integrado de gestión no he visto un céntimo. Estas son concretamente 698 horas con 46 minutos a fecha de hoy, supongo que le queda otras 30 horillas. Eso me convierte en el único dueño del programa.

Supongo que el sacrificio de todo un año ha merecido la pena. Ahora tengo en la maleta una aplicación cliente-servidor para la gestión de las constructoras y promotoras de:

  • 232 Tablas
  • 299 Formularios
  • 183 Informes
  • y 15 usuarios contentos. Lo que no es poco como medida de calidad ;)

Ahora ya solo me falta perder el complejo y ponerme a comercializarla.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Porque desarrollas un software desde cero tu solo. ¿Es que no existen herramientas ya de ese tipo? I si existen crees que tu solo eres capaz de seguir desarrollando a la velocidad de tu competencia?

25/3/06 16:42  
Blogger LibertaCom said...

¿Y por qué no?
Me parece que no hay muchas, por lo menos a un nivel medio. De echo empecé el desarrollo porque una empresa llevaba meses atrapada en la implantación de una solución ruinosa lógica, técnica y económicamente. La tiré a la basura, les rescaté la mitad de la inversión (unos 8 euros) y me puse a desarrollar algo que cubriese sus necesidades.
Desarrollar de esta forma tiene sus ventajas. La mejor es que se desarrolla directamente sobre la realidad de una empresa. Por la noche desarrollo y por el día implanto y recojo mejoras y problemas. Esa misma noche arreglo y mejoro y al día siguiente me puedo centrar en otro aspecto. El riesgo que se corre es personalizar demasiado, pero ese es un problema que siempre tengo presente.
La verdad es que no tengo ningún complejo para desarrollar, aunque sí un poco a la hora de comercializar.
Y sí, me considero capaz de desarrollar a un buen nivel. A raíz de querer lanzar un programa de contabilidad general de uso gratuito, recientemente, me puse a evaluar todas las herramientas contables a las que pude pillarles demos, información o manuales y despues de varios días, apenas si saqué algunos apuntes de opciones interesantes. Al principio empecé algo asustado y acomplejado pero te puedo asegurar, con la mínima petulancia posible, que terminé dicho análisis muy ilusionado y contento. Pero bueno, espero sacarlo pronto y que la peña evalúe por si misma.

25/3/06 22:55  

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