24 noviembre 2005

Miedo-Dirección

Pienso que hay dos formas extremas de dirección en puestos directivos intermedios, y ambas están dominadas por el miedo de quien ejerce la misma.

Por un lado está el caso de la persona sin formación, generalmente se trata de socios, familiares o personas con relación personal directa. Es inevitable que se sientan vulnerables y en algunos casos en inferioridad ante los profesionales que están a su cargo. Eso no es un problema, salvo que traten de protegerse afianzando su autoridad con despotismo. Esto termina cargándose la "autoridad moral" de los líderes informales y formales de la organización. La política del "porque sí" y el hacerse respetar a cualquier precio puede instaurar el terror en la empresa.

En el otro lado se encuentra el "ejecutivo profesional". Pero ese ejecutivo no tan ejecutivo, que se mueve por el miedo y no por sus cualidades. Y que hace valer su sueldo (la mayoría de las veces desorbitado) a base del control de la información. El ecosistema natural de este tipo de dirección es una estructura jerarquizada donde pueda situarse como dueño del flujo de comunicación entre el personal y la gerencia; si esta no existe hará todo lo posible por verticalizar la empresa. Es el tiempo de las puertas cerradas y los informes "confidenciales". Este tipo de persona se blinda contra la crítica a base de oscuridad sobre el desempeño de su trabajo. Trata que nada de lo que hace pueda ser cuestionado por otras personas de la empresa, simplemente escondiendo la información. Si este sistema no funciona, su control sobre el flujo informativo ahoga la posible comunicación crítica.

En ambos casos, que vuelvo a repetir son extremos, se hace imposible la identificación de los trabajadores con la empresa, con la consiguiente desmotivación, baja productividad, irresponsabilidad y las ganas de buscar otra cosa.

Creo sinceramente, que la única forma eficiente de evitar estas miedocracias empresariales es hacer innecesarios, en la medida de lo posible, los puestos directivos intermedios entre la gerencia y los responsables y trabajadores de área. Horizontalizar la organización mediante una adecuada y flexible organización interna. Y esto pasa en la actualidad por la existencia de un apropiado sistema de gestión integrado. El mismo hace innecesario el puesto directivo, ya que el gerente tiene acceso constante a toda la información necesaria sin depender de familiares que sean sus ojos, ni de ejecutivos encastillados en hojas de cálculo confidenciales. El sistema integrado de gestión es mi producto, pero hay que tener en cuenta que debe existir el equipo de personas adecuado que sepa asumir sus responsabilidades de area sin necesidad del miedo como látigo. Conseguir ese equipo es el trabajo de un buen empresario.